¿Alguna vez has tratado de evadir a alguien? ¿Te has quedado enfrascado en un conflicto sin encontrar cómo salir de él? Si respondiste que sí a alguna de las 2 preguntas, este post es para ti.
Yo pensaba que el conflicto debía evitarse a toda costa y cuando llegaba a estar en medio de uno, difícilmente encontraba el beneficio o la salida. Hoy pienso muy distinto, creo que el conflicto es algo positivo y deseable.
Así como lo oyes, algo deseable. Hace algunos años fui a un curso de The Non Violence Project con Mauricio López Aymes y ahí comencé a cuestionar el paradigma en el que había vivido y comencé mi búsqueda por métodos y formas de enfrentar de mejor manera los conflictos.
El conflicto no es otra cosa que una diferencia entre dos personas o más y esta diferencia puede deberse a 3 causas:
Cualquiera que sea su origen, el conflicto puede descomponerse en partes: el hecho, los actores, las necesidades de cada actor y los sentimientos de cada actor.
El hecho es algo que va a suceder y que, de alguna manera, detona un conflicto. Por ejemplo, imagina que tu hija quiere ir a una fiesta con sus amigas y pide regresar hasta tarde. En este ejemplo, ¿Cuál es el hecho?
Si revisas bien, te darás cuenta que sólo hay un hecho real, que habrá una fiesta. De esto, podemos desprender que tu hija puede sentirse triste si no le das permiso, que tú, como papá o mamá te preocuparías si ella sale, que tu hija necesita divertirse y que tú, como padre, necesitas seguridad para que ella esté bien.
Si desglosamos este evento, podríamos entonces separar los sentimientos, enfocarnos en las necesidades que derivan del hecho y buscar posibles soluciones. En los años que llevo usando ese ejemplo, las posibles soluciones que he recibido han sido:
Que mi hija se vaya en Uber, que me llame cada hora, que me diga con que amigas y dónde estará, que organicemos la fiesta en casa, que nosotros la llevemos y pasemos por ella, hasta "pues la acompañamos a la fiesta".
Lo interesante es que, en la medida en que comprendes los sentimientos y los traduces a necesidades, comienzas a descubrir más y más soluciones.
Si, en lugar de hacer este proceso, se hubiera evitado el conflicto, los posibles resultados que me han compartido son los siguientes:
Como padre me enojo, no doy permiso y mi hija se enoja conmigo; no la dejo salir y ella busca la manera de escaparse; mi hija se enoja conmigo y desata un pleito más grande, etc.
Como puedes ver, el enfrentar los conflictos, mejora nuestras posibilidades de obtener mejores resultados y evita posibles errores más grandes.
Por ello, te comparto 4 sencillos pasos con el acrónimo R.E.I.R. para hacer frente a los conflictos de manera más eficiente:
Respeto
Entendimiento
Intención
Resolución
Reconoce a la otra parte. Cada persona tiene una percepción distinta del mundo, es importante que reconozcamos que desde su perspectiva puede estar viendo una realidad que nosotros no y esta ser igual de verdadera que la nuestra.
Entiende antes de querer que te entiendan. Cuando luchamos por primero querer ser entendidos, tendemos a hablar más de lo que escuchamos, asegúrate de hacer tantas preguntas como te sea posible y parafrasear lo que escuchas, asegúrate de comprender el punto de vista de la otra persona.
Intención por delante y con responsabilidad de tu parte. Siempre comparte el resultado al que quisieras llegar, cuál es tu intención. Cuando enuncies tu opinión, no olvides que es solo tu perspectiva y que no puedes ver de la otra persona más allá de sus acciones, sé específico y no etiquetes. Recuerda evitar utilizar el verbo ser. Jamás comiences una frase con: eres.
Resuelve con miras al futuro. No termines una discusión hasta no llegar a una solución o un siguiente paso. Si se queda abierto, sin acuerdos o acciones, puede volverse una crítica y podría dañar la relación con la otra parte. Con este método podrás resolver conflictos de manera más eficiente, al tiempo que proteges y mejoras tus relaciones.
Te pido lo pruebes esta semana en algún conflicto en el que te encuentres y me compartas cómo te funcionó. Para ello, puedes dejarme un comentario en este post o escribirme a paulina@neuva.biz
¡Saludos!