Hace algunos años, después de llevar una historia muy buena con una empresa, recibí una oportunidad que, además de representar una mejora económica, me pondría en una ventaja profesional, por lo que decidí tomarla.
Mis funciones en esta empresa eran diferentes al trabajo que había desempeñado anteriormente, es decir, estaba aprendiendo una nueva rama de mi profesión. Al inicio fue muy interesante y me encontraba muy motivada, pero a los pocos meses de haberme integrado, me comunicaron que otra persona de mi área sería promovida. Esto parecía ser algo bueno, aunque había un lado negativo en esta historia, la mayoría de las funciones que dejaría esta persona las debía de realizar yo, es decir, estaría haciendo tareas de dos funciones con el mismo tiempo disponible y con la misma remuneración pactada del inicio cuando solo tenía las funciones de una persona.
¿Te suena familiar? ¿Has pasado por algo así? Cuando vives algo así, una de las cosas que viene a tu mente es un tema de injusticia, se me invitó a colaborar bajo unas circunstancias que ya no existen más. En ese momento, expresé mi inconformidad y la respuesta que recibí fue: así nos ha pasado a todos aquí, te dan otras tareas y tal vez hasta te nombran con un puesto más alto en un futuro, unos dos o tres años, y sí, se duplican tus funciones, pero es la manera en que te das a conocer y empiezan a reconocer tus capacidades, además vas a aprender otras cosas.
Si bien, la respuesta puede parecer común en los negocios, ante mis ojos simplemente comprendí que no tendría opción, que debía hacerlo para conservar mi empleo, que las condiciones habían cambiado de forma unilateral y por supuesto, ello me desmotivó mucho, no porque me negara a aprender o por falta de capacidad, sino porque las expectativas que tenía al tomar esa oportunidad no estaban alineadas a lo que estaba viviendo.
El cambio es una constante en todas las organizaciones, cada cambio orilla a las empresas a tomar medidas de ajuste que impactan directamente a las personas. Es por ello que la comunicación se vuelve tan importante. Yo comprendí que las estrategias de ahorro y productividad cambiaron las condiciones de contratación que yo tenía y es una historia común en toda organización en crecimiento, cada decisión impacta a alguien tanto en lo personal como en lo profesional.
Cada que como profesionales nos vendemos hacia una empresa, no solo tiene impacto en nosotros la transacción monetaria, buscamos progreso, buscamos oportunidades de desarrollo y un lugar que nos permita un equilibrio de vida. Cuando se presenta una circunstancia distinta en la organización, esta debe tomar en cuenta el impacto que representa para los miembros de su equipo y explicar con transparencia los beneficios mutuos porque ninguna persona podrá mantener o incrementar sus niveles de compromiso bajo un esquema de incertidumbre y desventaja.
Es responsabilidad de cada líder el manejo correcto de las expectativas de su equipo. Para que estas estén alineadas y generen o mantengan la motivación y energía positiva es importante considerar la importancia de la percepción de un salario justo, la claridad de metas, la claridad de roles y el significado de las acciones que se desarrollan. Estos cuatro puntos no son estáticos, si las condiciones externas cambian, la empresa debe tener la versatilidad y agilidad para moverse generando el menor impacto negativo en los miembros de su equipo. Espero que esto que viví en los inicios de mi carrera, no esté sucediendo hoy con tu equipo de trabajo. Recuerda que la satisfacción de cada uno de tus colaboradores impacta directamente en la productividad y resultados de tu empresa. Por ello, debemos evitar ser reactivos a los cambios y tener planes de comunicación que contemplen los 4 puntos de la expectativa para evitar que los equipo se sientan desenganchados y defraudados sobre las expectativas que habías construido en un principio.
Si quieres saber más sobre los 4 puntos de la expectativa, no te pierdas nuestra miniserie en Facebook todos los jueves a las 17:00 hrs. Cuéntame si has vivido algo similar y cómo lo resolvieron en tu organización a adriana@neuva.biz